Argazkia: Manuel Jorge Pérez
Sin hacer honor a su fama de ganadería muy peligrosa, los astados gaditanos de Jandilla han protagonizado un quinto encierro de Sanfermin rapidísimo y muy emocionante, en el que, no ha habido heridos por asta de toro y tan sólo una persona ha sido trasladada al Servicio de Urgencias del Hospital Virgen del Camino de Pamplona. Los morlacos han realizado el recorrido en 2:36 y se han comportado muy noblemente, sin lanzar derrotes apenas, ni hacer gestos por embestir a la gran cantidad de corredores que había hoy por todo el recorrido.
Los momentos de mayor peligro y tensión se han vivido en la bajada al callejón que da acceso a la plaza, al arremeter uno de los toros que cerraba la manada contra los corredores apostados en el lado derecho del vallado. Los pitones del burel han acariciado a varios de los corredores que estaban allí, pero ninguno ha resultado herido por asta de toro.
La manada ha corrido rauda y veloz y arropada por los cabestros a lo largo de la cuesta de Santo Domingo, la plaza del Ayuntamiento y Mercaderes. En estos tres tramos se han producido las habituales caídas de corredores, pero la gran velocidad a la que iban los morlacos no ha permitido que los corredores tuvieran muchas oportunidades de encontrar huecos entre las astas. Uno de los bureles ha resbalado a mitad de Mercaderes, pero se ha levantado rápidamente y ha continuado la carrera al trote de sus hermanos.
La torada ha pasado sin resbalar ni chocar contra el vallado de la curva de Mercaderes. Como es habitual en el tramo de Estafeta, la manada se ha ido estirando y los corredores se han lucido a pocos centímetros de los pitones, protagonizando un día más carreras muy vistosas.
A comienzo de la calle uno de los toros ha resbalado, pero se ha levantado y continuado la carrera sin hacer gestos por embestir. Los tres bureles que guiaban la manada han ido arropados en todo momento por varios cabestros y el resto de sus hermanos han corrido a pocos metros por detrás, uno de ellos sólo en varios momentos y los otros dos más cerrando la manada. Hacia final de la calle, se ha producido un pequeño montón, con el que ha tropezado y caído al suelo el toro solo que iba entre sus hermanos, pero tampoco ha lanzado derrotes y se ha unido a sus dos hermanos que iban por detrás.
Los momentos de mayor tensión y peligro se han vivido hoy en el vallado derecho de la bajada al callejón de la plaza de toros, cuando uno de los morlacos que cerraba la manada ha arremetido contra los corredores apostados en ese lado del tramo. A pesar de las impactantes imágenes, en las que el asta del animal ha rozado en varias ocasiones a los corredores, parece ser que ninguno de ellos ha sido corneado.
Tras ese susto los animales han ido entrando a gran velocidad en la plaza y aunque alguno se ha vuelto un poco, con ayuda de los dobladores han ido entrando en los chiqueros sin oponer resistencia.