Padilla sale a hombros por la puerta de su casa

A Juan José Padilla nadie le ha regalado nada y lo que tiene lo tiene porque se lo ha trabajado, pero cuando viene a Pamplona todo es un poco cuesta abajo. Porque torea en casa, porque de entrada ya tiene el crédito asegurado, porque las peñas le adoran, porque es un torero muy del gusto de la plaza, con sus desplantes, sus alardes, su conexión con la grada. Y la grada manda.

Quizá la primera oreja fue un poco de regaliz. Y quizá la segunda también, pero esta plaza es así, y las plazas son de su público. Y el público quiso que saliera por la puerta grande, por la de su casa, y por allí salió, con dos banderas piratas y unos tendidos entregados para los que Padilla sigue siendo el rey.

De lo demás, toros malos, flojos y sin bravura. Y así, difícil. Pepe Moral estuvo por encima de ellos, en su primero, peligroso, y en su segundo, al que le arrancó una bonita faena que le valió una oreja que a él le sabe a gloria. Peor suerte para Jiménez Fortes, al que los toros le duraron un suspiro. Y así, imposible. A no ser que torees en casa.


Fotos: Maite H. Mateo

12 julio. Fuente Ymbro.
Juan José Padilla: oreja y oreja
Pepe Moral: silencio y oreja
Jiménez Fortes: silencio y silencio

13 julio (18:30 h.) Adolfo Martín.
Diego Urdiales
Manuel Escribano
Alberto Aguilar