Como podemos ver en la imagen de Javier Ibáñez, la participación en el encierro de hoy ha sido masiva. Como muchos de los domingos sanfermineros, el suelo del recorrido en Estafeta y Mercaderes no estaba en las mejores condiciones porque ha sido limpiado con menos tiempo que otras jornadas entre semana, aunque el antideslizante ha hecho su trabajo. Se ha registrado un herido por asta en Estafeta y las estadísticas mentirán en el futuro ya que fue provocada por un cabestro y no por un toro. La cornada del encierro de La Palmosilla de 2024, no es de uno de sus animales.
También no deberemos olvidar que el encierro ha sido rápido hasta la plaza, 02:23, pero los dos últimos animales se han negado a entrar a corrales inicialmente. Estos dos toros han completado sueltos dos giros a la plaza, a favor de las agujas del reloj, y medio más en contra, tras acercarse hasta la puerta de entrada que se encontraba tornada y llena de corredores. La situación ha sido peligrosísima, pero no ha pasado nada a pesar a algunas imprudencias y gracias al duro trabajo de los dobladores cuando los bureles han abandonado el trote. El encierro se recordará por haber durado 4’02», pero casi un minuto y medio se debe a la maniobra final dentro de la plaza.
El ascenso por Santo Domingo ha sido muy rápido. Los cabestros se han ido echando a la derecha en sentido de la marcha y ha quedado para los toros el carril izquierdo. No se han registrado incidentes más allá de varios derrotes. Los mansos están de nuevo muy en forma ya que amanecieron en la plaza consistorial encabezando la manada.
Como todos los encierros de siete de julio, los cabestros, no han dirigido como lo hacen habitualmente a la manada en la curva de Mercaderes y los toros han impactado contra la barrera. Dos de ellos se han rezagado desde allí hasta el final del encierro.
En la calle Estafeta hemos visto grandes y preciosas carreras en tres grupos de animales, aunque muchas de ellas se han realizado delante de los cabestros que arroparon perfectamente a la manada por grupos. Solo dos animales rezagados han permitido gozar de buenas carreras porque viajaban sin mansa compañía. Un pequeño montón delante de Kukuxumusu ha sido el incidente más peligroso de esta carrera en la calle Estafeta.
El tramo de Callejón, no ha generado mucho problemas, aunque dos de los últimos bureles han tenido un trapiés y se ha cruzado haciendo por un mozo.
