Foto: Xabier Lizarraga
La ganadería toledana de Ventorrillo ha sido la protagonista del tercer encierro de Sanfermin 2009, una carrera emocionante y muy rápida que ha durado tan sólo 2:20 y que se ha saldado con siete traslados a los hospitales de Iruñea-Pamplona. La manada ha corrido compacta hasta casi el final de la calle Estafeta y, aunque se han producido caídas de toros y de mozos, parece ser que no hay heridos de consideración. Los momentos de mayor peligro se han producido al final de la calle Estafeta y principio Telefónica, donde un toro negro y otro colorado han tropezado y varios corredores han caído al suelo y han sido arrollados por los morlacos. Por suerte, han podido levantarse rápidamente y no han recibido ninguna cornada.
La torada ha salido a gran velocidad de los corrales de Santo Domingo y ha corrido muy compacta a lo largo de buena parte del recorrido del encierro, casi hasta el final de Estafeta, guiada por tres cabestros. Los corredores lo han tenido muy difícil para encontrar hueco delante de las astas y los bureles no han hecho gestos por embestir.
La manada ha pasado a gran velocidad por la plaza del Ayuntamiento y por Mercaderes y en la curva de entrada a la calle Estafeta un toro ha resbalado y se han vivido momentos de peligro, cuando un corredor ha entrado corriendo por la parte izquierda de la calle, con la manada a su derecha. Por suerte, no ha resbalado y ha continuado la carrera a gran velocidad por la calle Estafeta, sin ser arrollado por los astados. Ha sido una de las carreras más espectaculares de hoy, a pesar de su peligrosidad.
En la calle Estafeta la manada ha continuado muy compacta y cerrada, con lo que los corredores apenas han encontrado huecos para ponerse delante de las astas y, aunque se han producido caídas y empujones habituales, ningún corredor ha sido herido de consideración. Al final de Estafeta y principio de Telefónica, la tensión ha aumentado considerablemente cuando un toro negro y uno colorado han resbalado y varios corredores se han visto arrollados por los astados. En esa parte la manada se ha estirado un poco y un toro colorado ha tomado la delantera, acompañado de algún cabestro. En el lado izquierdo de este tramo se ha creado un pequeño montón, pero ningún morlaco ha hecho gestos por embestir.
La manada ha entrado a la plaza guiada por tres cabestros y un toro colorado y el resto de los astados por detrás con el resto de los cabestros. Sin oponer resistencia han ido entrando poco a poco en los chiqueros.