Foto: Juantxo Erce
El sexto encierro de los Sanfermines con los toros de la ganadería de Victoriano del Río ha cumplido con la tradición y ha sido muy rápido, con unos toros muy nobles que en ningún momento han querido embestir a ningún corredor y apenas han creado situaciones de peligro generando solo cinco traumatismos y finalizando la carrera en 2 minutos 13 segundos.
Este encierro casi de record ha comenzado con unos toros muy hermanados subiendo por la cuesta de Santo Domingo, hasta que el burraco ha pasado a liderar la manada, tirando de sus hermanos y sumándosele tres de ellos. Estos astados han protagonizado carreras tan rápidas que para los mozos era muy difícil mantener el ritmo y correr delante de sus cuernos, por lo que apenas ha habido oportunidad de sostener carreras largas. Ejemplo de esta tendencia ha sido el atropello en la curva de Mercaderes de un mozo que, sin mirar atrás, ha intentado iniciar una carrera sin más éxito que una fuerte caída.
En el tramo de la Estafeta los seis toros han dejado muy atrás a los cabestros, hecho muy poco habitual, que sin duda ha sido consecuencia de la velocidad de su carrera durante todo el encierro.