Foto: Luis Azanza
Tras 7 años de ausencia, los astados de la ganadería de Torrestrella han protagonizado un primer encierro de Sanfermin muy noble y tranquilo, en el que, a pesar de la gran cantidad de corredores que atestaban todos los tramos de la carrera, los bureles no han hecho apenas gestos por embestirles y han culminado la carrera en 2:30.
La manada ha corrido bastante agrupada y acompañada por los mansos hasta el tramo de Estafeta, sin chocar contra el vallado de Mercaderes, y ha sido en la calle Estafeta, donde los toros se han ido disgregando y se han visto las carreras más vistosas a pocos centímetros de las astas.
A lo largo de toda la carrera se han producido caídas continuas de mozos, pero tan sólo cuatro corredores han sido trasladados a los hospitales de Pamplona, con heridas leves. Parece ser que el día de San Fermin el capotico protector del santo ha funcionado.