Un encierro de locura

Cebada Gago protagoniza un complicadísimo y atípico encierro, con varios toros sueltos, continuas embestidas y 7 heridos por asta

Foto: Pablo Lasaosa

El segundo encierro de los Sanfermines con los toros de la ganadería de Cebada Gago ha sido dramático, tras haberse separado la manada desde muy pronto y quedarse sueltos varios toros desde la calle Mercaderes. Desde ese punto se han creado momentos de gran angustia y peligro, hasta el punto de producirse 7 heridos por asta de toro.

El primer corneado se ha producido en Santo Domingo, con los primeros encuentros con los corredores; dos más entre los tramos de Mercaderes y la curva de la Estafeta; y a lo largo de la Estafeta y Telefónica los otros dos.

Los toros han comenzado el encierro en la Cuesta de Santo Domingo hermanados. Ha sido en Mercaderes cuando la manada se ha separado por completo y así han llegado hasta la calle Estafeta, donde a excepción de un cárdeno que iba con la manada, el resto ha corrido por separado el encierro generando numerosos momentos de peligro.

El desconcierto ha sido de tal magnitud que tres astados se han parado completamente en la calle Estafeta. Uno de ellos ha empezado a correr en dirección contraria hasta 300 metros, hasta toparse con la valla que se coloca por seguridad en la esquina con la calle Mercaderes; y los dos restantes han protagonizado serias embestidas contra los mozos en su trayecto.

Con la manada rota los corredores también han podido encontrar fácilmente astado, disfrutando de carreras espectaculares, aunque con tensión. Gracias a la labor de algunos de ellos se ha podido llevar finalmente a los toros rezagados a la Plaza después de casi 6 minutos de encierro.