Foto: Carlos Mediavilla
El sexto encierro de Sanfermin, protagonizado por toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río, ha sido una carrera muy veloz y noble, en la que los astados se han adelantado a los mansos y, aunque ha habido muchas caídas y sustos, ningún corredor ha resultado herido por asta de toro.
Tan pronto como la manada ha salido de los corrales de Santo Domingo, los bureles se han ido adelantando a los mansos y han guiado la manada a gran velocidad durante toda la carrera. Los corredores han tenido dificultades para conseguir mantener el ritmo de los astados, pero se han visto carreras muy vistosas en distintos tramos, a pesar de las caídas.
A lo largo del recorrido la manada se ha ido estirando, con cuatro morlacos que comandaban la manada ya desde final de la cuesta de Santo Domingo y a pocos metros de ellos sus otros dos hermanos y los mansos. En la curva de Mercaderes esos cuatro primeros morlacos han chocado contra el vallado y en la parte derecha se ha producido un pequeño montón, pero, por suerte, los bureles han pasado de largo por la parte izquierda y no se han vivido momentos de mayor peligro.
A lo largo de la calle Estafeta la manada se ha ido estirando más y los corredores han tenido más oportunidades para colocarse a pocos centímetros de las astas. Los bureles han ido entrando de dos en dos en la plaza, tras completar una carrera muy rápida y noble que ha durado 2:20.