Foto: Jasper Wolf
Los toros de Fuente Ymbro han protagonizado el tercer encierro de Sanfermin 2010, una carrera peligrosa, con un toro que se ha ido quedando rezagado desde final del tramo de Santo Domingo. A partir de entonces este astado, que se ha ido distanciando de sus hermanos cada vez más, se ha ido girando continuamente y ha hecho gestos por embestir a los corredores que se encontraban a lo largo de todo el recorrido. El animal estaba cansado y ha resbalado en diversas ocasiones, y ha sido en Espoz y Mina donde se han vivido momentos de gran tensión, cuando el burel ha arremetido bruscamente contra el vallado del lado izquierdo.
En el tramo del callejón también se han vivido momentos de gran nerviosismo, ya que el astado ha barrido literalmente el vallado de la derecha y se ha girado una y otra vez. Un corredor ha sido herido por asta de toro y dos más han sido trasladado a los hospitales con traumatismos.
La manada ha salido a gran velocidad de los corrales de Santo Domingo y guiada por los mansos ha corrido de forma más o menos compacta hasta el tramo de Mercaderes, a pesar de que un morlaco negro se ha ido descolgando en el primer tramo y ha ido corriendo a pocos metros de sus hermanos.
La torada iba a gran velocidad y en Mercaderes un corredor ha sido arrollado bruscamente por un astado y los bureles han continuado su camino sin resbalar en la curva que da acceso a la calle Estafeta.
En el tramo más largo de la carrera, la manada se ha ido disgregando cada vez más y la gran cantidad de corredores que había en el día de hoy ha dificultado mucho que los mozos se pusieran delante de las astas. De todas formas, se han vuelto a ver un día más carreras espectaculares a lo largo de la calle. Al principio del tramo otro corredor ha sido arrollado de forma brusca y a lo largo del recorrido ha habido caídas, pero el protagonista principal ha vuelto a ser un toro rezagado que ha creado momentos de gran peligro hasta que ha entrado en los toriles de la plaza de toros.
El animal estaba sólo y desorientado y, ante la gran cantidad de corredores que le rodeaban, se ha ido girando una y otra vez y ha resbalado en más de una ocasión, creando momentos de verdadero tensión y peligro. En el vallado izquierdo de Espoz y Mina ha arremetido bruscamente contra el vallado y en la entrada al callejón ha barrido el vallado de la derecha y ha vuelto girarse una y otra vez. Gracias al buen hacer de los corredores, el astado ha ido entrando poco a poco en la plaza, que estaba repleta de gente. Los dobladores han conseguido finalmente guiarle hasta los toriles, después de 6:23 de carrera.