Vistoso y limpio

Siete heridos, pero ninguno por asta de toros

Foto: Iosu Pezonaga

El tercer encierro de las fiestas de Sanfermin, con toros de la ganadería de Fuente Ymbro, ha sido muy vistoso y limpio, ya que tan sólo siete personas han resultado heridas, pero ninguna de ellas por cornada. La carrera ha sido rápida, 2:46, y el momento de mayor peligro se ha vivido en la curva de Mercaderes cuando 5 de los astados han resbalado y chocado contra el vallado y al lado derecho se ha formado un pequeño montón de corredores. Por suerte, los morlacos se han comportado noblemente y han continuado su carrera hacia la calle Estafeta, sin hacer ningún amago hacia los corredores.

La manada ha salido a gran velocidad de los corrales de Santo Domingo y ha corrido compacta durante toda la calle, arropada en todo momento por los cabestros. El recorrido no estaba tan poblado de corredores como en el fin de semana, aunque se han producido caídas a lo largo de todo el tramo.
Justo al final de la cuesta, algunas personas que se encontraban en el lado izquierdo de la calle han caído, pero la manada ha pasado a gran velocidad sin reparar en ellos.

Los cabestros han guiado la manada a lo largo de la plaza consistorial y en el tramo de Mercaderes, aunque poco antes de llegar a la curva el toro jabonero se ha adelantado y ha chocado bruscamente contra el vallado. Cuatro astados más que estaban por detrás han chocado también contra el vallado y ha resbalado, pero se han levantado rápidamente y no han reparado en el pequeño montón de corredores que se ha formado en mitad de la calle. Los cabestros que venían por detrás han pisoteado a los mozos, pero, al parecer, no se han producido heridas de gravedad.

En la calle Estafeta la manada, que había corrido agrupada hasta entonces, ha comenzado a estirarse poco a poco, con cuatro cabestros y dos toros por delante y cuatro astados más por detrás. Al haber menos gente, los corredores han podido protagonizar carreras muy bonitas delante de las astas. Casi al final de la calle Estafeta un corredor que había caído ha provocado el resbalón del último morlaco que cerraba la manada, que ha quedado descolgado de sus hermanos. A lo largo de todo el tramo ha habido numerosas caídas, debido a la gran velocidad a la que corría la manada.

La torada ha llegado disgregada al acceso del callejón, con cuatro cabestros y dos toros por delante, seguidos de tres astados y un último morlaco negro que se había quedado rezagado. Así, en ese orden han ido entrando a la plaza y con ayuda de los dobladores han ido entrando a los toriles. Ya en la plaza, un mozo que ha chocado contra un doblador que estaba intentando guiar a un astado hasta los toriles ha protagonizado unos momentos de tensión, pero por suerte sólo ha quedado en el susto.