Foto: Mikel Melero
El quinto encierro de las fiestas de Sanfermin, con los toros de la ganadería sevillana de Dolores Aguirre, veterana en las fiestas de Sanfermin, ha sido una carrera poblada corredores -como suele ocurrir habitual los fines de semana-, a pesar de la tragedia vivida ayer. Su duración ha sido de 2:52 y se ha saldado con cuatro traslados a los hospitales de Pamplona, pero ninguno de ellos con heridas de gravedad.
Los momentos de mayor peligro los ha protagonizado, al igual que ayer, un toro suelto que ha recorrido sólo buena parte del recorrido (desde el final del tramo de Santo Domnigo) y en el callejón ha arremetido contra un corredor del vallado izquierdo que, inconscientemente, ha buscado al animal. El astado le ha zarandeado un poco en el suelo, pero no ha hecho por embestirle y enseguida ha continuado su marcha.
La carrera en el primer tramo del encierro ha sido limpia y muy rápida. La manada ha corrido muy agrupada y, aunque ha habido caídas de corredores a ambos lados de la cuesta, los cabestros han arropado a la torada y no se han vivido momentos de peligro porque los toros se han comportado de forma muy noble y sin lanzar derrotes.
Hacia final del tramo de Santo Domingo uno de los astados con motas blancas se ha ido quedando rezagado y ha sido este morlaco el que ha protagonizado los momentos de mayor tensión en el encierro de hoy, aunque, por suerte, no ha corneado a nadie.
Los toros han proseguido agrupados por la plaza del Ayuntamiento y, aunque algunos corredores ha resbalado y caído delante de las astas, ninguno ha sido corneado, ya que los animales han sido muy nobles. Los cinco toros que encabezaban la manada han chocado ligeramente contra la curva de Mercaderes y el toro suelto, que venía por detrás, ha resbalado en este punto de la carrera, pero se ha levantando rápidamente y ha proseguido su camino.
En la calle Estafeta la torada se ha ido estirando y un astado negro se ha colocado al principio del grupo, seguido por cuatro cabestros, y cuatro toros más por detrás. El morlaco rezagado continuado su carrera unos metros más atrás y, a pesar de la gran cantidad de gente que había en este tramo, los corredores han podido protagonizar carreras muy espectaculares, colocándose a pocos centímetros de las astas.
En el callejón se han vuelto a vivir momentos de tensión y agonía, cuando un joven que se encontraba en el lado izquierdo de la bajada, de forma inconsciente, se ha dirigido hacia el animal y éste ha arremetido contra él. Por suerte, el animal no se ha cebado y ha continuado enseguida su carrera.
La manada ha entrado separada a la plaza, con un toro guiando la torada, unos cabestros por detrás, arropando a dos morlacos, seguidos por otros dos astados más y a pocos segundos el sexto toro de la ganadería de Dolores Aguirre.