El encierro de Cebada Gago ha cumplido y ha generado lo que se esperaba. Mucho miedo. Uno de los bureles, el colorado, ha abierto la manada en todos los tramos. En la calle Estafeta se ha ido solo y ha dejado las mejores carreras que hemos visto en un tiempo a una velocidad de vértigo.
Sin embargo, la manada se separaba en la curva de Mecaderes cuando uno de los toros perdía pié. Este toro ha completado la calles alejado de la manada. En el tramo de Telefónica uno de sus hermanos ha resbalado y uno ha creado situaciones de peligro por el lado derecho, mientras que por el derecho lo hacía el toro rezagado.
El toro rezagado, ha atravesado un pequeño montón y se ha caído. Al levantarse ha atendido a un mozo y se daba la vuelta enfrentaándose a un grupo de corredores que intentaban zafarse del toro desde el suelo y como podían. En esa acciones, un corredor de Villarreal de 48 años ha sufrido una cornada en el brazo.
Como vemos en las imágenes de Carlos Mediavilla, la tensión es evidente y el peligro máximo para todo ese grupo de corredores.
