La Churrería de la Mañueta ha sido galardonada por la Peña Anaitasuna con la Pancarta de Oro de 2022 que otorga esta institución cuando celebran su día. Hoy -tras dos años in esta celebración.-, antes de la comida popular, de salir con la charanga por la calle, en el local social han querido reconocer el importante papel para la fiesta de Sanfermin de esta churrería en el año que cumplen 150 desde su fundación. Alfonso Echarte, presidente de la Peña Anaitasuna, ha señalado que se reconoce a la Churrería de la Mañueta con la Pancarta de Oro por «endulzar las mañanas de San Fermín» y ha apuntado que esta decisión ha sido refrendada por los socios. La familia Elizalde ha comunicado que el dinero obtenido por el premio (600 euros) será donado a la Asociación Navarra de Autismo.
El galardón de la Pancarta de Oro ha sido recogido por Elías Elizalde y consiste en una reproducción de la pancarta de la peña en la que ensalza el motivo de su elección. Al acto han asistido socios de la Peña Anatasuna y una gran representación de la plantilla y familia de la churrería, encabezada por los cuatro hermanos Elizalde-Fernández (Ana, Tito, Elías y Fermín). Paula Rodríguez, de la peña Anaitasuna ha sido la encargada de recordarnos que la Churerría de la Mañueta en sus 150 años no siempre ha estado en el mismo lugar. Según Rodríguez, en 1872 comenzó su actividad en la Calle Curia y desde entonces ha sido un referente de la historia sanferminera a la que han contribuido y aportado de manera destacada.
Tras la entrega de la placa conmemorativa y el cheque por valor de 600 euros, en representación de Churrería de la Mañueta ha intervenido Fermín Elizalde. Ha comenzado advirtiendo de que no había dormido nada desde las dos de la mañana de lo nervioso que estaba. «Es un honor que nunca hubiéramos imaginado. Mi madre -Paulina Fernández-, que está cerca de cumplir los 100 años, hubiera tocado el cielo de haber podido venir y ser consciente de recibir la Pancarta de Oro.»
Fermín Elizalde ha propuesto un mundo imaginario donde se ha atribuido el poder, junto con el resto de churreros, de ver a quienes no están. Este poder se mantiene supuestamente hasta que comienzan las fiestas de Sanfermin y todo marcha en orden. De esta manera ha comentado haber visto por la peña Anaitasuna antes de empezar el acto a su bisabuelo Juan, a la tia Micaela, a Faustino, a Josetxo, a José Mari, Modesto Beperet y Mari. Elizalde ha querido significar que su legado permanece cada vez que vuelve a abrir la churreria.
La Mañueta, algo más que una churrería
Fermín Elizalde ha recordado que su madre Paulina ha sido la imagen principal de la Churrería, pero ha querido ensalzar también la figura de su padre, que se autodenominaba «Churrero consorte». Según Fermín, Josetxo Elizalde se encargó de modernizar el negocio y de dotarle de algo más. «No podíamos ser vendedores de churros solamente. Ese negocio ya hubiera fracasado hace años. La Churrería de la Mañueta es un lugar de encuentro y de contemplar costumbres». Esas costumbres las han seguido de generación a generación (ya ha entrado la sexta en acción) como la de recibir a la gente de fuera de Pamplona y Navarra que viene por Sanfermin para vivir un momento especial y singular en la Churrería de la Mañueta.
Al acto han asistido en representación de la Churrería de La Mañueta: Guillermo Jaso, Fermin Elizalde, Tito Elizalde, Ana Elizalde, Elías Elizalde, Toño Echeverri, Paco Marturet, Harry Ruiz, Elenatxo Etxarri, Jon Elizalde, Sara de la Fuente, Nora Etayo, Juan Elizalde y Mikel Elizalde.
Nuevas tradiciones y antiguas costumbres
Después de este discurso Fermín Elizalde ha lanzado una invitación a la Peña Anaitasuna para crear una nueva tradición: «Vamos a institucionalizar de aquí hasta que aguantemos una visita de los txikis de la peña para desayunar churros.» Y ya tenemos un nuevo acto espontáneo que no saldrá en el programa pero que unirá emotivamente a partir de ahora aún más a estas dos familias.
En cuanto a las antiguas tradiciones, el 17 de diciembre se celebrará 150 aniversario de la Churrería y saldrán de nuevo los Gigantes de la Mañueta, construidos en 1905 por Elías Fernández Olagüe.