Primeras cornadas

El encierro de Cebada Gago deja dos corredores heridos por asta, uno de ellos de gravedad

Foto: Manu Corera

El segundo encierro de las fiestas de Sanfermin 2010, con toros de Cebada Gago, una de las ganaderías más veteranas y brava de las que participan en Pamplona, ha sido una carrera muy peligrosa y de mucha tensión, que ha durado 3:30. La manada se ha disgregado a partir del tramo de Estafeta y se han vivido momentos de mucho peligro en diversos tramos, con mozos arrollados y caídas. Los momentos de mayor tensión se han vivido con el último toro cárdeno, de nombre Cabrero, que ha quedado rezagado de la manada en la calle Estafeta y ha recorrido en solitario y desorientado los últimos metros de la carrera, girándose una y otra vez y mirando continuamente a su alrededor. Dos corredores han resultado heridos por asta de toro y cinco más han sido trasladadas a los hospitales de Pamplona.

La torada ha salido arropada por los mansos a lo largo del tramo de Santo Domingo y ha corrido a gran velocidad por este tramo y de forma muy noble y limpia, lo que ha permitido a los mozos correr y hacerse a los lados conforme iba pasando la torada.

En el tramo de la plaza del Ayuntamiento y en Mercaderes se han producido caídas y algunos mozos han sido arrollados. Y ha sido precisamente en el tramo de Mercaderes, donde un corredor ha sido corneado. El corredor se había caído al suelo y al intentar levantarse -algo que nunca hay que hacer hasta que pasa toda la manada- un toro castaño le ha embestido por la espalda y el corredor ha quedado postrado en el suelo conmocionado.

La manada ha continuado la carrera a gran velocidad y ya en la calle Estafeta la torada se ha ido estirando y a lo largo del tramo dos toros se han ido adelantando y acompañados de dos mansos han guiado a sus hermanos, lo que ha permitido a los corredores acercarse a escasos metros de las astas y protagonizar bonitas carreras.

Ha sido en la calle Estafeta donde se han vivido los momentos de mayor tensión, ya que varios mozos han sido arrollados, un toro castaño ha resbalado con un mozo que estaba caído y un toro cárdeno se ha quedado rezagado y ha corrido en solitario los últimos metros de la carrera. A pesar de que este último toro iba muy desorientado y girándose continuamente y mirando a ambos lados de la calle, por suerte, el buen trabajo de las pastores y de los corredores ha hecho que el astado continuará poco a poco la carrera y entrara en solitario en la plaza, dando por terminado el segundo encierro de las fiestas; con un tiempo de 3:30.