El movimiento 15 de julio ha vuelto a celebrar esta mañana una nueva edición del ya tradicional encierro de la villavesa o Encierro del Día 15, que el año pasado cumplió sus bodas de plata y este año ha contado con la presencia de cientos de personas que, al coincidir con domingo, han querido alargar la fiesta un día más.
El encierro ha contado con los habituales ingredientes; un San Fermin humano colocado en la hornacina de Santo Domingo, los tradicionales cánticos al santo, corredores ataviados con disfraces y pelucas y el protagonista indiscutible de la carrera: Induráin y su mítica bicicleta «Espada», que ha vuelto a ser jaleado y empujado por los presentes en todo el recorrido. Debido a la crisis, este año no ha habido dirigible como en alguna edición anterior y tampoco ha estado el mono Charlie.
Por lo demás, la carrera se ha celebrado con el habitual cachondeo y buen humor de los presentes y con alguna que otra caída en la calle Estafeta, pero no ha podido terminarse, ya que un cordón policial casi al final de la calle Estafeta ha impedido que el movimiento 15 de julio culminara todo el recorrido.
Después del encierro, se han producido altercados entre la policia y algunos jóvenes, ajenos al movimiento 15 de julio.