La expresión “Correr el encierro” deja claro que la acción principal de este evento es participar en una carrera. La expresión en inglés es muy adecuada “running of the bulls”, la carrera de los toros. Hoy queremos incidir en que no se puede permanecer quieto para ver pasar a la manada dentro del recorrido. Esta acción expone individualmente a quien la realiza a la atención del toro y expone también a otras personas que correctamente intentan realizar su carrera o se retiran de la misma. Y los expone gravemente tanto a un golpe contra la persona parada, como a una caída o a una peligrosa cornada por la espalda por no poder completar su salida de las astas. Los golpes contra corredores suelen dar con el golpeado contra el centro de la calzada, lo que aún convierte la acción en más peligrosa.
En la serie fotográfica de Mikel Lasa de 7 de julio de 2012 en el tramo de Santo Domingo, podemos ver cómo un mozo de sudadera azul se queda parado a un lado sin intentar correr junto a dos más. Un primer toro le lanza un derrote y otro le pasa muy cerca sin hacer por él. Hay que contemplar también que ese toro puede generar más adelante otros peligros tras esta acción.
