Fotos: Miguel Fernández
Los corralillos del Gas, donde descansan en estos momentos cuatro de las ocho ganaderías que correrán los encierros, están completamente encharcados y varios operarios trabajan para retirar el agua y volver a cubrir de arena el suelo. Videoresumen con Clara Catalán.
A pesar de que las lluvias están aumentando el caudal del río Arga, no es probable que el río se desborde en los próximos días. De hecho, a media tarde del día 4 ya no llueve sobre Pamplona. Sin embargo, el barro y el agua «dificultan la recuperación del peso que los toros perdieron en su traslado desde la Dehesa hasta los corrales, y podría repercutir también en su rendimiento al correr los encierros», según han declarado a Sanfermin.com varios ganaderos, ya que el toro necesita echarse y dormir sobre el suelo para descansar, y no lo hace con comodidad si el suelo está encharcado.
Debido al encharcamiento, se han paralizado los traslados del resto de ganaderías hasta el domingo, con el fin de que los toros puedan descansar en sus respectivas dehesas, mientras los corrales vuelven a la normalidad.