Dejad la puerta abierta, que viene El Juli

Aunque entre corriente o se escape el gato, la puerta del encierro hay que dejarla abierta porque El Juli no falla, y cada vez que viene sale a hombros. Merecido y todo eso. Ayer -décima vez- volvió a hacerlo. Cortó una oreja a cada toro que le correspondió y cumplió con creces como siempre. No fue su mejor tarde en Sanfermin, pero le valió con un lote mediano.

A Juan José Padilla le esperaban como se espera al mesías, con banderas piratas, parches en el ojo y toda la parafernalia habitual de sol. Pero el jerezano, aunque mejor que en su primer tarde, no tuvo suerte. Dio una vuelta al ruedo con su primero y se quedó en tímidas palmas con el segundo. A Miguel Ángel Perera le cayó una oreja en su primero, pero no completó la tarde porque no mató bien y porque tampoco fue una faena de premio. Silencio.

Como la tarde tuvo de todo, también tuvo su espontáneo antitaurino, rápidamene sacado de la arena.

Mañana, Miura. Última de feria.

Fotos: Maite H. Mateo