Solo el susto, de milagro

A veces la suerte sonríe, incluso cuando nadie lo cree posible. Y en los encierros más de lo mismo. Javier Martínez de la Puente uno de los mejores fotógrafos de Sanfermin.com tuvo la suerte de ser testigo de uno de estos momentos de alivio de tintes milagrosos. En el momento de sacar la foto su pensamiento rondaba la captura de la cornada pero, para su sorpresa, no la hubo. «No hubo nada excepto suerte. Mucha suerte para el corredor», aclara Javier.

Aquel 10 de julio de 2014 era un día de estrenos. Esta sería la primera vez en la que la ganadería de Garcigrande corría en los encierros de Pamplona y también en la que Javier Martínez colocaba su cámara en la cuesta de Santo Domingo. Tal y como cuenta el fotógrafo, «no es habitual que pase gran cosa en la cuesta», pero esta vez ocurrió, y tanto que lo hizo.

Un toro negro hizo lo que nadie esperaba, adelantarse a sus hermanos y no salir agrupado, hecho que desconcertó a numerosos corredores y entendidos. Un fotógrafo como Javier que vive de momentos repletos de drama es normal que tachara al toro como quien ofrece un «regalo de momentos de tensión y peligro», pero quienes lo sufrieron no lo juzgarían de tal forma viendo el avance de su carrera: primero embistió a un par de mozos que volaron por los aires, para luego acudir a la llamada del protagonista de la instantanea de Javier.

Su despiste casi fue fatal. No fue consciente de la venida de los cuernos hasta que sintió el aliento del animal en la nuca. Milagrosamente pese a ser alcanzado por las astas del toro no sufrió nada más que el susto y el recuerdo que le curará de cualquier distracción futura en un encierro.