Y cuando parecía que no había solución llegaron dos toros del debutante José Escolar y le pusieron en bandeja el triunfo sonoro e indiscutible a Paco Ureña, un currante de los cosos que obtuvo un triunfo rotundo en el sábado de la juerga y el desparrame en los tendidos. Dos orejas -que pudieron ser tres si el presidente hubiera tenido más generosidad- y salida a hombros del coso pamplonés. Ni soñado.
Del resto de la tarde, poco que contar. Un toro -el primero-, devuelto a los corrales y poco que torear para Paulita y el local Francisco Marco, que se fueron en silencio y hasta con algún pito el primero. La fiesta siguió en la grada. Y fuera.
Fotos: Maite H. Mateo