La procesión en honor a San Fermín ha sido toda una novedad. Por primera vez en la última década no hubo bronca, ni forcejeos ni una angustiosa subida de la corporación municipal por la calle Curia camino de la catedral. La procesión fue una fiesta, el nuevo alcalde Joseba Asiron (EH BIldu) fue mayoritariamente aplaudido y el primer edil, exultante y sonriente, saludó y hasta abrazó a todos cuanto le reclamaron.
El habitual punto conflictivo en procesiones anteriores, el de la calle Curia, no registró incidentes graves. A pesar de la masiva concentración de público, el cortejo circuló con normalidad en medio de los aplausos, interrumpidos por tímidos silbidos, gritos de “Agur UPN agur, agur” y otros, más seguidos todavía, de “Asirón, Asirón”, en referencia al primer edil.