El colombiano Luis Bolívar fue lo mejor, sin duda, del cierre de la Feria del Toro 2014. Con una faena muy inteligente, luciéndose al natural y jugándosela con la espada, cortó una oreja muy justa que pudo costarle cara porque mató sabiendo que era su oportunidad y el toro le propinó una voltereta que pudo terminar en desgracia. Estoconazo y oreja. No completó la tarde porque su segundo fue de menos recorrido y se apagó hasta quedar en nada, pero se ganó el respeto y la ovación del repetable.
A Esaú Fernández no le acompañó la suerte. El primero fue de lo peor de la tarde, peligroso para un torero sin demasiada experiencia en estos lances. Y el segundo, el famoso Olivito, el trágico astado que sembró de cornadas la mañana del encierro, fue un toro de triunfo, pero Esaú, tras una faena aceptable, se enredó con la espada y terminó siendo pitado en lo que pudo ser su gran día.
A Javier Castaño no le tocaron los mejores toros, y visto el percal resolvió por la vía rápida esperando tiempos mejores.
Ficha
14 julio. Miura.
Javier Castaño: silencio y silencio
Luis Bolívar: oreja y ovación
Esaú Fernández: silencio y pitos
Fotos: Patxi González
Fotos: Maite H. Mateo