La tercera corrida de la Feria del Toro empezó como una flecha, con dos orejas en los dos primeros toros –un poco de regaliz, pero así es Pamplona-, para luego caer en picado con cuatro toros de Victoriano que hicieron imposible cualquier tipo de lucimiento o consecución de trofeos. Las orejas fueron para Sebastián Castella e Iván Fandiño, que aprovecharon los mejores toros de la tarde para cortar sendos trofeos.
El peor parado fue Alejandro Talavante, que se encontró un tercero al que con oficio le pudo arrancar algún pase y un sexto para olvidar. Todo silencio para los toreros, porque en la grada el ánimo nunca decae y el silencio es una forma de hablar.
Fotos: Maite H. Mateo