Los Peñajara pasan sin hacer daño

El primer encierro de Sanfermin 2010 se salda con dos heridos leves

Foto: José Antonio Pérez

La ganadería de Peñajara ha estrenado los encierros de Sanfermin 2010, con una carrera muy rápida (2:24) y limpia, en la que tan sólo dos corredores han resultado heridos leves. A lo largo de todo el recorrido varios toros y mozos han tropezado, pero las heridas que se han podido ocasionar no han revestido mayor gravedad. La manada se ha comportado de forma muy noble y no ha lanzado apenas derrotes en todo el recorrido.

La manada se ha resistido a salir de los corrales de Santo Domingo y ha tardado cerca de medio minuto en iniciar la carrera. Parecían extrañados de que el portón de los corrales se abriera, pero tan pronto como lo mansos han reaccionado, la torada ha perseguido a sus hermanos a gran velocidad. Los astados se han comportado con mucha nobleza y, como es habitual en este tramo, varios corredores han resbalado debido a la gran velocidad de la manada. A mitad de la cuesta se ha producido el único momento de cierto peligro, cuando un mozo ha caído al suelo y ha sido arrollado por parte de la manada.

Hacia final de Santo Domingo un toro se ha adelantando a la manada y la ha guiado hasta la calle Mercaderes, donde ha resbalado y los mansos le han relevado. Otro toro más ha caído al suelo, pero, por suerte, se ha incorporado con mucha rapidez y la manada ha continuado la carrera a gran velocidad y sin lanzar apenas derrotes.

La manada ha llegado bastante agrupada y a gran velocidad hasta la calle Estafeta, donde se han visto espectaculares carreras a escasos centímetros de las astas de los bureles. Los corredores estaban con muchas ganas de correr delante de las astas y, a pesar de la gran cantidad de corredores en este tramo, como la manada se ha ido estirando a lo largo de la calle, ha habido huecos y los corredores se han podido lucir. Como es habitual, se han producido caídas, pero, por suerte, sólo han sido contusiones y heridas leves.

En Telefónica otro toro ha caído al suelo y ha arrollado a un joven, pero se ha levantado rápidamente y ha continuado la carrera a gran velocidad. Los corredores han guiado muy bien a la manada y, aunque se ha producido un pequeño montón en el callejón, no ha habido mayor peligro porque la torada ha pasado sin lanzar derrotes y sin arremeter contra ellos.

Los astados han ido entrando a gran velocidad a la plaza y con ayuda de lo mansos han ido entrando en los toriles.