Después de la tempestad llega la calma

Encierro emocionante y limpio, con tan sólo cuatro heridos, pero ninguno por asta de toro

Foto: Mikel Goñi

Después del dramático encierro de ayer, en el que siete personas resultaron heridas por asta de toro, el séptimo encierro de las fiestas de Sanfermin, protagonizado por toros de la ganadería burgalesa de Antonio Bañuelos, ha sido emocionante y limpio, ya que ha habido cuatro personas heridas, pero ninguna por asta de toro. El momento de mayor peligro se ha vivido al final del tramo de Telefónica, cuando un morlaco castaño ha resbalado y ha permanecido durante varios segundos cerca del vallado de la derecha. La carrera ha sido rápida y ha durado 2:40.

La manada ha salido a gran velocidad de los corrales de Santo Domingo y, aunque alguno de los bureles iba mirando a los lados, durante este tramo y el resto del recorrido los astados se han comportado con mucha nobleza y nos han hecho olvidar los agónicos momentos vividos en el encierro de ayer.

La torada ha corrido compacta hasta el final de la plaza del Ayuntamiento y al inicio de la calle Mercaderes un par de astados han caído al suelo y la manada ha comenzado a disgregarse. Un corredor ha resbalado también en este punto y ha sido pisoteado por la manada. Debido a la velocidad a la que han corrido los astados las caídas a lo largo de toda la carrera han sido continuas.

Los tres bureles que guiaban la manada, acompañados de algún cabestro, han pasado por la curva de Mercaderes sin caer ni chocar contra el vallado y a pocos metros más tarde ha llegado un cuarto burel, seguido de los dos morlacos que habían resbalado al principio de la calle y que han corrido juntos hasta el final de la carrera.

La manada ha corrido disgregada a lo largo de toda la calle Estafeta y los corredores han tenido oportunidad de encontrar huecos delante de las astas y lucirse con preciosas carreras a lo largo de toda la calle.

Los bureles han continuado la carrera a gran velocidad y el momento de mayor peligro se ha vivido cuando el toro castaño que iba por delante junto con dos toros más, ha resbalado y ha permanecido en el suelo unos cuantos segundos sin poder levantarse. El cuarto toro que venía por detrás ha estado a punto de resbalar con él y unos cuantos corredores que venían por delante de los dos últimos astados han caído encima suya. Por suerte el animal se ha comportado muy noblemente y no ha intentado embestirlos. Seguía intentado levantarse, pero no había forma. Los dos últimos toros que cerraban la manada han llegado y pasado de larg, y a pocos segundos el toro castaño ha conseguido levantarse y ha continuado la carrera a buen trote.

La torada ha entrado disgregada a la plaza y con ayuda de los dobladores ha entrado en los toriles; dos toros negros primero, un tercer toro después, seguido de los dos morlacos que han corrido cerrando la manada hasta llegar al callejón y, por último, el toro castaño que ha protagonizado la carrera de hoy.