Hemos compartido un rato con José A. Zamora, autor del libro «40 películas que nunca verás. Proyectos inacabados que se convirtieron en leyenda« y nos ha contado un montón de cosas sobre cuarenta proyectos inacabados reales de la historia del cine. Y estábamos allí porque una de estas películas inacabadas es la mítica cinta de Don Quijote que rodó Orson Welles en Pamplona en 1961. Este rodaje pertenece a un proyecto mayor, que duró más de 35 años y que nunca acabó en una película tal como deseó Welles. Sin embargo, uno de sus ayudantes, Jesús Jess Franco consiguió aproximadamente un 35% del metraje y terminó el filme con un montaje propio (1992).
El resultado definitivo no es el montaje de Wells, pero el resultado incluye 17 minutos de película de las fiestas de Sanfermin de 1961 rodadas por Orson Welles y su equipo que nos hablan de cómo éramos entonces en Pamplona y cómo era nuestra fiesta. José Zamora nos da unas pistas.
El actor principal de esta película era Francisco Reiguera, que no pudo venir a Pamplona por enfermedad y porque la dictadura lo tenía vetado al ser ex-combatiente republicano. De España emigró a Estados unidos y triunfó en Hollywood y México. A Welles le encandiló su parecido físico al icono establecido de Don Quijote. Las escenas de Pamplona fueron rodadas por Akim Tamiroff que hacía las veces de Sancho Panza.
Ese año el equipo de Welles se encontró con numerosos personajes de la generación perdida y admiradores que se interesaron por las fiestas de Pamplona. En el filme se puede ver a Henry fonda con la cámara como si fuera un fotógrafo más del encierro de Sanfermin.com
El trabajo de Jose Zamora, guionista de profesión, ha consistido en investigar a lo largo de dos años por bibliotecas, hemerotecas y entrevistas con protagonistas para documentar este extenso trabajo. Tomando como ejemplo el equipo de rodaje de Welles en Pamplona nos habla de su obra: «Sin plan de rodaje definido, ni guión, ni apenas equipo técnico… sin embargo, entre los integrantes de aquel pequeño grupo, había un guitarrista. Es importante saber que Don Quijote se ideó como una película sin diálogos a la que Welles añadiría, en postproducción sonido ambiental y un narrador que oficiase como conductor de la trama. He incluso esto último, el narrador, es un elemento que nunca le convenció. Pero en ningún caso, a lo largo de esos 35 años, pensó en que usar música. Cuando me propusieron escribir este libro pensé en el guitarrista de Welles; ese guitarrista es la metáfora perfecta que define la sensación de impotencia que produce el no poder acabar una película. ¿Qué puede ser más frustrante que ser el guitarrista de una película sin música?»
José A. Zamora es el autor de 40 películas que nunca verás. Proyectos inacabados que se convirtieron en leyenda.