El callejón de acceso a la plaza es una parte del recorrido donde se producen espectaculares carreras porque los toros llegan ya muy separados y porque pocos corredores consiguen mantener el ritmo de los astados. Ayer pudo verse la que probablemente fue la situación de más riesgo de todo el encierro, cuando un joven enfiló el camino hacia la plaza con un toro a un lado y otro pegado a su espalda. Mientras el joven mantenía la carrera junto al toro que tenía a su derecha, el otro morlaco le alcanzó y llegó a apoyar el cuerno en su espalda, empujándole levemente, pero no llegó a herirle y el corredor ni siquiera resultó contusionado.
La secuencia fue recogida por el fotógrafo Juantxo Erce.