El Miura que quiso cornear a un fotógrafo

Javier Ibáñez Iborra tiene especial querencia por fotografiar el Encierro en el tramo de Telefónica-Callejón. Allí se parapeta cada mañana de Sanfermin, desde hace 15 años. Es uno de los puntos donde suelen darse situaciones curiosas, con toros sueltos, o alguno que se da la vuelta…

Cuando ocurre algo así, él no duda en tirarse al suelo, con el corazón a 100 por hora, eso sí, y aprovecha para hacer las fotos desde abajo, como ésta que ha elegido entre los cientos de imágenes que ha captado.

“Las fotos hechas desde encima del vallado, y más con angular, empequeñece al toro, lo achica en relación con los corredores, pierde gran parte de su imponente presencia”, nos explica este fotógrafo polifacético natural de Tafalla y maestro de profesión. Por eso, él se coloca a la altura los ojos de los morlacos, así el objetivo refleja de modo más fiel su figura, su descomunal musculatura y su expresividad.

Así nos cuenta cómo vivió uno de los momentos más tensos que ha vivido retratando el Encierro:

“Esa mañana, yo estaba como siempre, apostado en el tramo de Telefónica-Callejón. De pronto, un toro llamado Ermitaño, de la ganadería de los Miura, se paró de golpe y retrocedió sobre sus pasos unos metros. En ese momento, volví a hacer como en otras ocasiones similares: bajé y me agazapé tras el vallado, expectante y acelerado.

Tras unos segundos, Ermitaño se giró de nuevo y retomó el sentido correcto del Encierro. Tras apenas dos metros recorridos, movió su cabeza y fijó su mirada en mí (quizás por el ruido de la ráfaga de la cámara): paró en seco y arrancó sin dudar contra mí.

Resulta increíble, pero mientras veía su reacción por el visor, yo estaba diciéndome mentalmente que tuviera cuidado y que me apartara a tiempo, pues el objetivo falsea la distancia real a la que están los objetos.

Obviamente, entre los nervios y el salto que hice hacia atrás, me salieron varias fotos movidas, con el encuadre inclinado… pero transmiten perfectamente el momento en el que un morlaco de 500 kilos te mira fijamente y arranca contra ti con toda la intención de darte una cornada”.

La foto fue tomada el domingo 12 de julio de 2009.