Los domingos de Sanfermin, a las 6:45 de la mañana, Carlos Mediavilla se hace un hueco en la calle Duque de Ahumada para conseguir una imagen que ha imaginado hace tiempo. Porque sabe que una hora más tarde, un par de rayos de sol se colarán por allí tiñendo la escena de una luz muy especial.
Algo así sucedió con esta foto. En ella, cientos de corredores, muchos de ellos habituales en el Encierro, avanzan en tropel hacia la Plaza de Toros, y otros tantos cientos de mirones se asoman al balcón buscando, también, su dosis de adrenalina. Y entre la marabunta asoma una cabeza de toro con pinta de susto.
“Para mí la historia de esta foto la tiene ese toro que parece estar pidiendo que le dejen respirar”, dice Carlos Mediavilla, quien lleva años colaborando como fotógrafo en Sanfermin.com.
Y es que los toros, por extraño que parezca, se sienten abrumados y asustados en el Encierro, más aún cuando se pierden de la manada, como le ha sucedido a éste.
La historia cuenta que, en fecha indeterminada, los carniceros empezaron a acompañar a los pastores en la tarea de guiar a los toros y a los cabestros hasta la plaza. Lo hacían desde atrás. Con el tiempo, se popularizó la costumbre y se empezó a correr delante de los animales.
Eso sí, no te engañes por esta foto. Si te entran ganas de meterte en el mogollón y tentar la suerte en el Encierro, entérate bien de qué va la fiesta. Y si te sigue picando el gusanillo, estos consejos para correr el Encierro te serán de gran utilidad.
Lo que sí te recomendamos que hagas al menos una vez en tu vida es ver el Encierro desde un balcón. Es una experiencia única y un regalo con el que puedes sorprender a alguien especial. Aquí puedes reservar un balcón seguro. Vas a flipar.
Esta foto fue tomada el domingo 12 de julio de 2015.
