La situación más peligrosa del quinto encierro de Sanfermin protagonizada por los toros de Jandilla se produjo en la curva de Mercaderes, donde nuevamente un corredor cometió la imprudencia de quedarse parado junto a la parte izquierda del vallado, precisamente por donde los toros giran cada mañana. A pesar de las imágenes, el joven, de nacionalidad australiana, resultó ileso.
A pesar de ser un lugar casi mítico del recorrido y de que se ha repetido cientos de veces que es una temeridad tomar la curva por el lado izquierdo, el corredor no solo lo hizo así, sino que, además, se quedó parado esperando a los toros con su periódico en la mano. El primer toro negro que pasó le golpeó con el lomo y le hizo trastabillarse y alejarse unos centímetros del vallado. El siguiente toro en pasar, color jabonero, se lo llevó por delante, abrazándole con su cuerno izquierdo por la tripa.
A pesar de que todo parecía indicar que la cornada sería importante, un reportero de RTVE indicaba pocos minutos después que, tras una primera revisión por parte de los efectivos de Cruz Roja, el corredor se encontraba en perfecto estado e ileso. Eso sí, con un gran susto en el cuerpo. Para la próxima vez, si es que ha próxima vez, ya sabe por dónde hay que tomar la curva.
